La niña sin sombra
recorre el mundo
buscando su nombre,
abstraída, confusa y distante...
La encontré en mi primer sueño,
cuando era un niño
secreto de todos mis recuerdos.
Fue por eso que grite con potencia
las más grotescas disonancias
que brotaban sin descanso de mi pecho.
El eco todavía perdura en el oceano.
Son los únicos sonidos que escucha ella.
Hola Rodri, hace ya unos días recordé q tenías un blog en conjunto con tu chica. Es bello tanto en imágenes como en el contenido escrito. Yo también he decidido poner en marcha uno, si te apetece puedes echarle un vistazo en la siguiente dirección: http://elotonodelaslibelulas.wordpress.com/
ResponderEliminarUn beso, espero q sigas bien. Olga Azabal.
preciosa mirada la de estos ojos de pan!
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